¿Qué es la biomecánica y cómo debemos ajustar nuestra bicicleta?
¿Sabías que la ciencia de la biomecánica tiene un peso fundamental en la práctica de deportes como el MTB y el ciclismo en general?
Toma nota: la biomecánica, que nació a mediados del siglo XX, se define como el estudio de la aplicación de las leyes de la mecánica a la estructura y movimiento de los seres vivos.
Para que nos entendamos: esta disciplina se interesa por nuestro movimiento y busca que sea lo más eficaz –y menos perjudicial- posible. Y aquí, como concepto relacionado, tenemos la ergonomía: la disciplina que estudia las interacciones entre los seres humanos y los elementos de un sistema para conseguir un buen rendimiento; un rendimiento que, de nuevo, no esté reñido con nuestro bienestar.
Imagínate que uno de estos elementos es la bicicleta. ¡Qué importante es que nuestra posición, los distintos componentes de la bici o nuestro equipamiento esté configurado en pro de que nuestro esfuerzo llegue a buen puerto! Que seamos eficaces a la hora de pedalear; que consigamos batir nuestras marcas sin que esto signifique correr el riesgo de padecer algún tipo de lesión física.
Ajustando nuestra MTB en clave ‘biomecánica’
Seguro que alguna vez lo has notado; no te sientes a gusto en tu bicicleta; crees que haces demasiado esfuerzo durante las distancias que recorres; que te cansas demasiado para la ruta que has hecho.
En este momento, sin necesidad de ninguna prueba de esfuerzo extra, has comenzado a darte cuenta de que tienes con tu bici un problema de biomecánica; algunos de los componentes de nuestra bicicleta –puede ser el sillín, el manillar o el tamaño del propio cuadro- no se adaptan a nuestras dimensiones.
Así, cuando uno de estos elementos no va en consonancia con nuestra estatura, comenzaremos a notar que nuestra postura no es idónea. La pedalada será ineficiente, nos dolerán las articulaciones o acabaremos con zonas adormecidas. ¿Cómo lo solucionamos sin tener que acudir a un experto?
Lo primero: elijamos la talla correcta
Dependiendo de tu altura, tendrás que elegir una talla u otra. Esto, algo evidente, no siempre lo tenemos en cuenta para elegir bicicleta.
Siguiendo esta tabla, no deberíamos de tener problema. Aún así, si nuestra bicicleta es un poco más grande o más pequeña de lo ideal para nuestra estatura, no está todo perdido: se pueden hacer ciertas modificaciones…
Modificando la altura del sillín
Uno de los ajustes fundamentales para lograr una buena postura encima de la bicicleta es algo tan simple como la altura del sillín. Un sillín muy alto puede llegar a provocar una excesiva oscilación de la cadera en la pedalada, dando resultado, como citábamos anteriormente, a una pedalada poco eficaz; una en la que ponemos fuerza e intensidad, pero que no se traduce en una distancia amplia recorrida.
Para medir la altura del sillín correctamente, lo primero es medirnos a nosotros mismos. Nos descalzamos y nos colocamos contra la pared, asegurándonos que tanto talones como espalda están bien colocados.
Sujetamos un libro entre las piernas ejerciendo algo de presión sobre el perineo. Medimos la distancia entre la parte superior del libro y el resultado lo multiplicamos por 0,85; la cifra será la altura del sillín teórica.
Ajustando el manillar
Algo más complejo -pero igual de importante- es modificar a nuestro gusto la altura del manillar. Nuestros expertos coinciden en que hay que tener en cuenta que la altura del sillín y la del manillar están ligadas: para ajustarlo, colocamos la bici recta y medimos la distancia desde el centro del sillín hasta el suelo, así como desde el puño del manillar hasta el suelo; una vez tengamos ambos datos, calculamos la diferencia.
Si el Sillín está a 107 cm del suelo y el manillar 104cm, tenemos una altura de -3cm. Los compañeros de mountainbike.es establecen en su web una serie de medidas, dependiendo de nuestra estatura, que nos pueden servir como referencia:
- 160-170 cm: entre 2 y -2.
- 170-180 cm: entre -2 y -5.
- Más de 180 cm: entre -5 y -8.